29 de noviembre de 2009

EL CLÁSICO por Sergio Pascual


Otro año más vuelve el clásico.Ese partido diferente que no deja indiferente a nadie, que despierta tantas pasiones como odios y que parará un país durante dos horas recordadas durante años.Bienvenidos al clásico.


Resulta díficil resumir la historia del partido de los partidos en un artículo, no olvidando cabezas de cochinillos, tránsfugas que cruzaron el puente aéreo o pisotones búlgaros, haremos un esfuerzo.


El primer derbi data de 1929, el año del cataclismo económico, se encontraban en el campo dos equipos que institucionalizarían un partido de alto copete. Pero sin duda, la gran rivalidad empezaría con figuras como Cruyff, Stoichkov, Laudrup, Hugo Sánchez o el propio Pelusa.


Pero antes del Diego, en Barcelona y en la Liga aterrizaría un flacucho chaval con cara de tímido que se llamaba Johan Cruyff, que ganó un Balón de Oro y se llevó en la temporada 73/74, el regalo de meterle cinco al Madrid. Luego llegaría Diego en el 84, que anotó en el Bernabéu un gol marca de la pampa, levantando al respetable pero no evitando la derrota culé.


En la 93/94 el partido se convirtió en duelo y los jugadores en bravos gladiadores en defensa de la gloria deportiva de los dos grandes de España.


Una de las páginas especiales para los blaugranas empezó a escribirse una noche, cuando "El Baixinho" Romario daría un recital de fútbol(hat-trick portentoso) y donaría al fútbol el regate de la cola de vaca. Manita para el Barça y humillación para los merengues.


Lo bonito de estos partidos es que las venganzas son disfrutes de fútbol y bastante poco predecibles. Un año después, el Madrid le devolvería el agravio, endosándole el mismo resultado destacando un mágico Hugo Sánchez.


En la 99/00, Raúl mandó callar a 90.000 personas cómo si uno de sus cinco hijos se tratara, empatando el partido y dejando una imagen que pasará a la historia.


En el 2000, Figo volvía a Barcelona, encontrándose el terreno más hostil del mundo, hallando a "sesenta millones de enemigos" como sesenta fueron los millones que pagó el hombre superior.


En la 2002/03, sucedería "la noche de los cochinos largos" cuando se arrojó la cabeza del pobre animal, un desperdicio desde luego, para un partido donde el caviar del buen fútbol de Zidane o Ronaldinho se han mezclado con el fango de Oleguer o Heinze.


En el clásico del 2006/07, Messi pusó su nombre en los pocos sitios que le quedaban, marcando tres goles a un Madrid sin fe y tocado que vio el cielo durante unos minutos para acabar empatando a tres.


Faltan otros derbis, faltan otras historias pero lo que nunca faltará es el espectáculo.¡Disfruten del show!

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