Falta un organizador

He de reconocer que no he visto mucho al Atlético de Madrid esta temporada. Tan sólo algunos resúmenes y casi todos los goles. Bien es cierto también, que leo todos los días los periódicos deportivos, y estaba al tanto del gran estado de forma tanto de Diego Forlán como del "Kun" Agüero, así como del peligro de los lanzamientos de Raúl García desde la frontal con ámbas piernas.

Toda la semana se estuvo hablando, como desde hace tres años, de que el Atlético podía ganar el derbi, que estaba jugando mejor... El partido se vaticinaba por tanto, como vibrante e igualado. Por ello, decidí comprarlo junto con mis compañeros de residencia.

Lo cierto es que se puede decir que el Atlético jugó bien, que se topó con un gran Casillas (como de costumbre) así como la mala suerte de los palos, pero también se ha de reconcer la fluidez y frescura que les faltó a los colchoneros en la segunda parte del choque.

No estoy de acuerdo completamente con las personas que achacan a la defensa rojiblanca la pérdida del partido del domingo, ya que para mí, sin contar la portería (Leo Franco no tiene un suplente de garantías, Abbiati no aporta para nada seguridad), el mal endémico del Atlético es la falta de un organizador, un centrocampista distribuidor al estilo Xavi, Cesc Fábregas o Xabi Alonso. Ni Motta, ni Cléber Santana ni Raúl García tienen esa facilidad de salida de balón, y el Atlético adoleció de ello en la tarde del domingo sobre todo en el segundo tiempo.

En definitiva, los años pasan, las plantillas cambian, pero el resultado siempre es el mismo: el Atlético no puede o no sabe ganar al Real Madrid.