Desde hace años son, por nombres, el mejor equipo africano, pero tras los fracasos del Mundial 2006 y las dos últimas Copas de África, hoy han demostrado ante Portugal que pueden ser competitivos. Eriksson ha conseguido aunar técnica y táctica en un equipo plagado de buenos futbolistas.
Drogba y Kalou en el Chelsea, Touré Yayá en el Barcelona, su hermano Kolo en el Manchester City tras toda una carrera en el Arsenal, Zokora y Romaric en el Sevilla... si hay una selección en África repleta de grandes jugadores esa es Costa de Marfil.
Pero 'los elefantes', lejos de demostrar su enorme potencial en el terreno de juego, han ido decepcionando allá por donde han jugado los últimos cuatro años. En las dos últimas Copas de África, Egipto demostró que se encontraba a años luz, tácticamente hablando, del conjunto que hoy entrena Sven Goran Eriksson. Los egipcios, lejos de poseer grandes individualidades, basaban su juego en el conjunto y en un buen trato del balón.
Tras ser despedido de la selección de México y llevar varios años sin sosechar éxitos deportivos, Eriksson vio en Costa de Marfil una oportunidad única de redimirse en los banquillos y aceptó dirigir a la selección africana en el Mundial.
Con apenas cuatro amistosos a sus espaldas, Costa de Marfil debutaba hoy ante Portugal con la ilusión de vencer y, además de alejar viejos fantasmas, dar un paso de gigante en su lucha por pasar a octavos de final.
Lejos de repetir viejos errores, Costa de Marfil ha demostrado que ya no sólo es un cúmulo de individualidades, sino que también sabe jugar en equipo y, de la mano de Eriksson, ha mejorado notablemente en la faceta táctica.
Pese a no conseguir la victoria, Costa de Marfil se ha reafirmado como un serio aspirante a octavos, dejando el grupo F del Mundial más igualado que nunca. Ahora sólo falta que Corea del Norte no sea la cenicienta que se prevé.
Drogba y Kalou en el Chelsea, Touré Yayá en el Barcelona, su hermano Kolo en el Manchester City tras toda una carrera en el Arsenal, Zokora y Romaric en el Sevilla... si hay una selección en África repleta de grandes jugadores esa es Costa de Marfil.
Pero 'los elefantes', lejos de demostrar su enorme potencial en el terreno de juego, han ido decepcionando allá por donde han jugado los últimos cuatro años. En las dos últimas Copas de África, Egipto demostró que se encontraba a años luz, tácticamente hablando, del conjunto que hoy entrena Sven Goran Eriksson. Los egipcios, lejos de poseer grandes individualidades, basaban su juego en el conjunto y en un buen trato del balón.
Tras ser despedido de la selección de México y llevar varios años sin sosechar éxitos deportivos, Eriksson vio en Costa de Marfil una oportunidad única de redimirse en los banquillos y aceptó dirigir a la selección africana en el Mundial.
Con apenas cuatro amistosos a sus espaldas, Costa de Marfil debutaba hoy ante Portugal con la ilusión de vencer y, además de alejar viejos fantasmas, dar un paso de gigante en su lucha por pasar a octavos de final.
Lejos de repetir viejos errores, Costa de Marfil ha demostrado que ya no sólo es un cúmulo de individualidades, sino que también sabe jugar en equipo y, de la mano de Eriksson, ha mejorado notablemente en la faceta táctica.
Pese a no conseguir la victoria, Costa de Marfil se ha reafirmado como un serio aspirante a octavos, dejando el grupo F del Mundial más igualado que nunca. Ahora sólo falta que Corea del Norte no sea la cenicienta que se prevé.
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