28 de junio de 2010

Sí a la tecnología


En sus más de cien años de historia, el fútbol ha vivido hazañas, momentos inolvidables, escenas imborrables de la mente de las personas, pero también injusticias, catástrofes y tragedias. Muchos de los factores que abarca el fútbol son impredecibles, en cierta manera incontrolables. Pero otros, como la justicia, la neutralidad y el juego limpio, deben ser cumplidos a rajatabla y se deben poner a disposición de los jueces (árbitros) todos los medios posibles para que realicen su función con el mínimo porcentaje de error.

Porque hay muchas ilusiones, mucho dinero y muchas emociones puestas en juego, por la justicia, la equiparidad y la igualdad en todos los ámbitos del juego, porque el ojo humano no es perfecto ni infalible, porque es un deporte de masas, que debe ser ejemplo a seguir para muchos otros... por todo ello, al igual que en el rubgy, el baloncesto o el tenis, se debe introducir la tecnología en los campos de fútbol.

Una tecnología que, mediante sensores o incluso mediante repeticiones de vídeo instantáneas, permita rearbitrar las jugadas que los árbitros, a pie de campo, no hayan podido visionar correctamente.

El gol en fuera de juego de Tévez o el no validado a Inglaterra frente a Alemania son los últimos episodios negros del arbitraje de una historia futbolística plagada de ellos año tras año.

Con el reglamento en la mano, ¿cuántas Copas de Europa hubieran cambiado de dueño?, ¿cuántos Mundiales?, ¿cuántos jugadores fueron merecedores de ser expulsados y jugaron los 90 minutos?, ¿cuántos lo fueron sin hacer nada?...

Que estas cosas ocurrieran hace cincuenta años es comprensible, pero no hoy. En un día a día marcado por las mejoras tecnológicas, los móviles 3G, los miniportátiles o los GPS, un deporte de masas como es el fútbol, que llega a todos los hogares y que levanta pasiones allá por donde pisa, no puede seguir con las mismas normas que hace más de un siglo.

Parece ser que la UEFA ya se ha dado cuenta, así como poco a poco también otras federaciones como la CONMEBOL. Ahora sólo falta que Blatter entre en razón.

2 comentarios:

Nico García dijo...

La mayoría de los robos, no son por la tecnología, son porque los árbitros han querido. Vamos, un robo!
Saludos desde La Escuadra de Mago

Santy Menor dijo...

Puede ser verdad y no descarto que lo sea, pero yo, particularmente, quiero creer en la neutralidad de los árbitros y pienso que sus equivocaciones se deben a errores humanos debido a la velocidad del juego y la dificultad de tomar decisiones cruciales en décimas de segundo. La tecnología es necesaria y buena para todos.