Tras la derrota en el día de ayer de España frente a Suiza, muchos analistas deportivos (incluso Luís Aragonés) han cuestionado el sistema de Del Bosque. Lo que nadie dudaba hace tres días, hoy es debate nacional.
Sí, amigos y amigas. Nos encontramos de nuevo frente al oportunismo de muchas personas. Con la baja de Torres, toda España estaba convencida que había que jugar con un sólo delantero, reforzando la medular con Cèsc Fábregas (falto de ritmo) o en su defecto Sergio Busquets.
Con esa idea llegó España al Mundial, sin haber perdido un sólo encuentro desde aquel fatídico partido ante Estados Unidos en la Confederaciones. Y con esa idea debutaba ayer ante Suiza.
Si Piqué hubiese marcado su uno para uno, Iniesta hubiera atinado más con aquél disparo que besó el palo izquierdo de Benaglio o el larguero no hubiera repelido el portentoso disparo de Xabi Alonso, nadie dudaría hoy de si Torres o Llorente tendrían que haber salido de inicio en detrimento de un centrocampista.
Es cierto que el fútbol no es tan simple, y no sólo la mala suerte es la que influye. España jugó muy horizontal, sin velocidad y sin profundidad, mientras que Suiza se defendió a la perfección, corrió más (a los datos de la FIFA me remito) y anotó una de sus dos únicas oportunidades. Pero no me parece justo que hoy se dude de un sistema que hace dos días era venerado por todos.
Quizás es lo normal. Todos sabemos que en fútbol aunque hoy estés arriba mañana puedes estar abajo, pero no podía seguir escuchando y leyendo todas las cosas que se han dicho sobre Vicente Del Bosque y el sistema de España y no expresar mi opinión. De todos modos, no os preocupéis, estaremos en Octavos y eliminaremos a Brasil. Somos la mejor selección.
Sí, amigos y amigas. Nos encontramos de nuevo frente al oportunismo de muchas personas. Con la baja de Torres, toda España estaba convencida que había que jugar con un sólo delantero, reforzando la medular con Cèsc Fábregas (falto de ritmo) o en su defecto Sergio Busquets.
Con esa idea llegó España al Mundial, sin haber perdido un sólo encuentro desde aquel fatídico partido ante Estados Unidos en la Confederaciones. Y con esa idea debutaba ayer ante Suiza.
Si Piqué hubiese marcado su uno para uno, Iniesta hubiera atinado más con aquél disparo que besó el palo izquierdo de Benaglio o el larguero no hubiera repelido el portentoso disparo de Xabi Alonso, nadie dudaría hoy de si Torres o Llorente tendrían que haber salido de inicio en detrimento de un centrocampista.
Es cierto que el fútbol no es tan simple, y no sólo la mala suerte es la que influye. España jugó muy horizontal, sin velocidad y sin profundidad, mientras que Suiza se defendió a la perfección, corrió más (a los datos de la FIFA me remito) y anotó una de sus dos únicas oportunidades. Pero no me parece justo que hoy se dude de un sistema que hace dos días era venerado por todos.
Quizás es lo normal. Todos sabemos que en fútbol aunque hoy estés arriba mañana puedes estar abajo, pero no podía seguir escuchando y leyendo todas las cosas que se han dicho sobre Vicente Del Bosque y el sistema de España y no expresar mi opinión. De todos modos, no os preocupéis, estaremos en Octavos y eliminaremos a Brasil. Somos la mejor selección.
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