3 de julio de 2010

Diego se queda sin argumentos


Fase de clasificación muy complicada, pase a última hora para la fase final del Mundial, lista para el torneo discutida, defensa de tres o de cuatro, un centrocampista o dos... Comenzó el Mundial y todas las críticas se tornaron aplausos. La primera fase del torneo fue espléndida y Argentina se plantó en cuartos asustando con sus números en ataque. Pero en su primer partido ante una selección complicada Argentina cayó humillada. La alemania de Müller, Özil y Klose pasó por encima de la de Maradona. Todo fue un espejismo. Ahora todos se acuerdan de los Zanetti, Garay, Pareja, Gaby Milito, Zabaleta, Cambiasso, Gago... Maradona fue un 10 como jugador, pero ni mucho menos como técnico.

Maradona ideó una selección veterana atrás, poco poblada en el centro del campo y muy vertical arriba. Un equipo fragmentado. Ante selecciones como Nigeria, Corea del Sur y México, la pegada sirvió para solventar los partidos, pero su defensa estática y escasa de velocidad atisbaba dudas. Unas dudas que despejó Alemania.

Un equipo se hace desde los cimientos y los pilares de los cimientos de Argentina los formaban hombres como Heinze, Burdisso, Samuel y Demichelis, cuatro jugadores en la recta final de sus carreras.

En el fútbol actual, una de las posiciones más importantes es la de centrocampista. Todos los equiopos campeones cuentan con dos futbolistas de garantías en esa posición, e incluso tres. Uno de ellos cumple siempre una función defensiva, mientras que el otro, o los otros dos, se dedican a elaborar el juego. Incluso selecciones más defensivas como la Brasil de Dunga utiliza dos centrocampistas eminentemente defensivos.

Bien, Maradona apostó tras el segundo partido del Mundial por contar con Mascherano como único hombre fijo en la medular. Para la creación de juego, el Diego apostó por retrasar unos metros a Messi, un futbolista determinante a partir de tres cuartos de campo que poco podía aportar arrancando desde el centro del campo. Mientras tanto, Banega ultima sus últimos días de vacaciones antes de comenzar la pretemporada con el Valencia.

Diego Armando Maradona fue, sin duda, uno de los mejores, sino el mejor, futbolistas del mundo. Pero para ser entrenador no vale sólo con eso. Ser entrenador, y además de primer nivel, conlleva poseer unas capacidades técnicas y tácticas de las que el eterno '10' de argentina carece.

Evidentemente, su capacidad para transmitir confianza a sus jugadores es innegable. Pero sus decisiones tácticas le dejan en evidencia en cada partido.

No es lógico que en el minuto 70 de un partido a vida o muerte en el que pierdes 2-0 tengas en el banquillo a hombres como el Kun Agüero o Diego Milito y en el campo a Maxi Rodríguez, descartado por el Atlético de Madrid y titular en el Liverpool por la enemistad de Riera con Benítez.

Y como este ejemplo, muchos más en cada uno de los partidos que dirige el actual seleccionador argentino, un hombre que lo fue todo como jugador pero al que le queda grande dirigir la albiceleste. La Federación argentina debe reflexionar.

3 comentarios:

Nico García dijo...

Se ha comido sus palabras. Por tonto.
Saludos desde La Escuadra de Mago

Matías Rodríguez dijo...

estamos muy dolidos aqui en argentina, esperamos levantarnos pronto de otra caida, esta ha sido durisima, por otra parte, felicitaciones por la performance en esta copa, espero que puedan seguir avanzando, excelente articuloy mejor sitio felicitaciones, un saludo desde Fobal2000

continuo leyendote

Santy Menor dijo...

@ Nico García

Pues sí. Es lo que tiene escupir para arriba, que te puede caer encima.

@ Matías Rodríguez

Os entiendo. Aquí en España hemos sentido lo que sentís ahora vosotros un siglo entero hasta la Eurocopa 2008. Sólo os queda levantaros y cambiar de seleccionador.

PD: Mi once argentino (es probable que haga un post sobre ello: Romero; Zanetti,Pareja,Gaby Milito,Insúa;Mascherano,Banega,Aimar;Messi,Tévez,Higuaín.