4 de mayo de 2010

HOY CHARLAMOS CON...Alberto López


Hoy os presentamos una entrevista realizada por nuestro colaborador Javi Herrera a Alberto López, ex jugador profesional y actual médico del Real Valladolid.

Alberto López (Madrid, 1967) jugaba de delantero y militó, entre otros equipos, en el Racing de Santander y el Real Valladolid. Se retiró en el año 2006 en las filas del Palencia.


Cuando empezó la carrera de medicina, ¿imaginaba que algún día la ejercería ligado al mundo del fútbol?
Pues, la verdad que no porque estudiar la carrera de medicina fue un reto ya que tuve que hacer selectividad dos veces para entrar en medicina. Como todo en la vida fue un reto, ya que las circunstancias me llevaron a ser futbolista profesional, pero en ningún momento me planteé ser un médico vinculado al deporte
¿Cómo se las ingenió para compaginar sus estudios a la vez que jugaba al fútbol?
Pues recuerdo que tardaba mucho tiempo en desplazarme a entrenar y jugar, y había que estudiar igualmente o hacer deberes y se hacían en el autobús, cosas de ese estilo.

¿Cuando se dio cuenta de que podía dedicarse al fútbol profesionalmente?

Pues fueron las circunstancias del momento, ya que reconozco que mi carrera fue un poco atípica. Mi prioridad eran los estudios hasta que una temporada destaqué muchísimo porque marqué muchos goles y a
partir de ahí recibí ofertas de equipos de primera división y pude dedicarme a ello durante 16 temporadas.

¿Qué recuerdos guarda de sus inicios en el fútbol?

Pues como todo en la vida siempre es lo más bonito. La ilusión con la que uno empieza, cómo se van consiguiendo cosas. Yo estaba en Madrid y entonces era una persona muy de mi familia, y todo relacionado con ellos y con mis amigos. Recuerdo acabar de entrenar con el “Mosca” e ir varios amigos en el Renault 5 que tenía yo, y compartiendo las bolsas de patatas…cosas que le dan salsa a la vida.

¿Cuales son las principales diferencias entre sus inicios en el fútbol y los de la actualidad?

Primero que antes era más natural, menos forzado, y jugar al fútbol era algo que te tenías que buscar tú. Ahora, el fútbol te lo dan casi todo hecho. Yo me tenía que ir a entrenar por mi cuenta, cogiendo el bus o el metro. Ahora me doy cuenta de que casi todos los padres llevan a sus hijos a entrenar, por las circunstancias, por el tráfico, porque somos más protectores. En mi caso, recuerdo que estaba todo el día en la calle y tenía que ir solo a todos los sitios, no sé si en ese sentido ha cambiado la sociedad, pero es verdad que ahora acompañamos a nuestros hijos a todo, yo mismo me incluyo.

Es decir, que ahora se vinculan más en ese aspecto los padres.

Puede ser, pero cada uno tiene que ver su experiencia, yo te digo lo que hago personalmente con mis hijos, como dije antes somos más protectores y las distancias son largas, pero en mi época las distancias eran iguales.

¿Quién es el mejor jugador con el que ha compartido vestuario?

Pues hombre, ha habido muchos buenos amigos, pero no sé si me dices personalmente o sólo deportivamente hablando (Risas).

Siempre se buscan los dos sentidos.

Yo he visto muy buenos jugadores, tenía grandes compañeros, aquí en Valladolid he conocido a Cuaresma, a Torres Gómez que han sido muy buenos amigos, en el Racing estaba Ceballos, en fin, amigos que han sido buenos compañeros.
Luego como futbolistas hay muchísimos de hecho del Valladolid ha salido Fernando Hierro, Caminero, Amavisca, César, jugadores de renombre, también ha salido Heinze, jugadores que son internacionales y no nos damos cuenta de la cantidad de buenos jugadores que han salido de aquí.

¿Cual ha sido su mejor momento como jugador?

Por datos estadísticos y porque me respetaron las lesiones, fue la temporada 92/93, la siguiente al ascenso, y marqué 14 goles y el equipo marcó 28 y nos mantuvimos con esos goles que son poquísimos. Además de los goles me hicieron 3 penaltis, que los tiró Iván Rocha, dado que él era el que tiraba bien los penaltis. Nos salvamos en la promoción. Y a nivel personal además de los goles, jugué 38 partidos, algunos hasta cojo. Aquel año fue duro porque sufrimos durante toda la temporada y debutaron muchos jugadores ese año. Debutó Amavisca, Benjamín, Chuchi Macón, Baraja, César también estaba. En el primer partido de liga creo que sólo 3 jugadores habíamos jugado antes en primera.

De modo que fue todo un desafío.

Fue un desafío, la situación económica del equipo era delicada ya que habíamos ascendido el año anterior, pero el objetivo se logró.

Al marcharse al Palencia, ¿esperaba despedirse del fútbol marcando tantos goles?

La verdad es que me llamaron para jugar y la verdad yo voy a jugar hasta los torneos de peñas, a mi lo que me gusta es jugar al fútbol, ya había jugado en tercera división en Madrid y en Palencia era un reto subir de tercera división. Yo quería seguir jugando al fútbol y me lo pasé muy bien en Palencia, en La antigua Balastera que era un campo que a mí me gustaba mucho ya que era de esos campos antiguos que tiene cierto encanto y la gente que había allí era fantástica. El ambiente de La Balastera era de olor a linimento y estas cosas que hoy día se van perdiendo un poco y yo creo que me despedí muy bien.

Has dicho que no te importa dónde jugar, sólo jugar, ¿te consideras un enamorado del fútbol entonces?

Hombre claro. Cada uno vive el fútbol a su manera, está el periodismo, los entrenadores y por supuesto los jugadores y de forma intrínseca todo el mundo vive el fútbol de un modo u otro. Yo creo que cuanto más personal es más intensamente se vive.

¿Cuando tomó la decisión de abandonar el fútbol?

Mi caso fue forzado la verdad. Todo jugador profesional al final tiene secuelas. No es lo mismo jugar de defensa que das patadas que de delantero, que las recibes y yo he recibido muchas. Estoy operado cuatro veces y en un tobillo he recibido muchos esguinces, y ese tobillo cada vez que entrenaba me hacían un vendaje compresivo muy fuerte para aguantar el entrenamiento, pero el dolor después era muy fuerte. Eso unido a que también tuve algún que otro problema físico me hizo decidir dejarlo y era el momento de completar mis estudios de medicina.

¿Qué recuerdos guarda de las ciudades en las que ha vivido?

Por ejemplo en Soria me lo pasé muy bien, es una ciudad muy acogedora para tener niños. Iban a un colegio de los escolapios de Soria, lo pasábamos muy bien.
En Santander también lo pasé muy bien, mi mujer consiguió una comisión de servicios, estuvo trabajando en Sierrallana en Torrelavega y yo a Santander le tengo mucho cariño. Allí nació mi hija, Teresa del Mar, porque nació el día de la Virgen del Mar, y estuve 3 años de vacaciones porque para mí estar de vacaciones es jugar al fútbol. Eso sí, fueron 3 años que sufrimos mucho, tuve 3 presidentes distintos con lo cual hubo muchos cambios institucionales pero yo creo que sacamos todos los retos adelante y acabamos bastante bien.
En el Valladolid pues es todo. He estado 12 temporadas. He vivido de todo. Al volver de Santander, en mi segunda etapa en Valladolid también tuve 3 presidentes distintos hasta la llegada de Carlos Suárez, el actual presidente, y esa inestabilidad la asumes a base de serenidad y afortunadamente los resultados fueron positivos.

Al dejar el fútbol, ¿cómo fue la sensación de seguir vinculado a este deporte pero en un segundo plano?

Cuando has estado 16 años siendo juzgado todos los domingos, el pasar a un segundo plano como dices, pues da una sensación de liberación. Tú haces tu trabajo, sigues disfrutando el fútbol, veo fútbol todos los domingos y la verdad es que cuando me llamó el Dr. Ramos para incorporarme a los servicios médicos del club la verdad es que me emocioné porque iba a trabajar de algo que no era ser futbolista, era algo que había estudiado durante mucho tiempo y recuerdo esa llamada y la sensación de alegría, como cuando tú tengas tu primer empleo, era mi primer empleo pero en otra actividad.

¿Los jugadores del primer equipo le ven como a cualquier médico o también le exponen dudas deportivas?

Los jugadores no somos muy dados a los consejos. Generalmente tenemos gran autoestima. A veces hay que acercarse de manera directa para ayudar a los jugadores, cuando viene alguno más que consejos son charlas o hablar de experiencias parecidas a las expuestas para ayudarles, pero nunca hay dos situaciones iguales y al final la solventan ellos solos.

Sigue ligado al fútbol gracias a la medicina, ¿nunca se ha propuesto entrenar?

Tengo el título de entrenador, los 3 niveles y he hecho las prácticas en la selección de Castilla y León, pero de momento no me lo he planteado. Me gusta la medicina, me gusta lo que hago y entrenador, como podemos ver, es una profesión muy inestable. Además tengo niños pequeños y cuando sean mayores tal vez lo intente, pero ser entrenador significa estar mentalizado para dejar mucho, pasar mucho tiempo fuera de casa y dependes mucho de los resultados y hay mucha demanda. Aunque tenga el título no soy entrenador (Risas).

¿Es la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) una ayuda para todos aquellos futbolistas que quieren cursar unos estudios durante su carrera deportiva?

Yo ya no estoy en la asociación, hay una nueva directiva. La AFE además de un sindicato que defiende los derechos de los futbolistas es como un gran vestuario en el que hay que vincular a los jugadores para el tema de incentivar los estudios, también de dignificar la profesión de futbolista y eso en su momento me llamó la atención

¿Tras la muerte de Antonio Puerta hay más controles médicos a los jugadores?

Todos los jugadores y los médicos tenemos esa pesadilla pendiente porque todos multiplicamos nuestro saber y nuestros medios para intentar hacer unos reconocimientos médicos que eviten tragedias como esa. Pero con los conocimientos y datos que se tienen a día de hoy hay determinadas patologías que pueden pasar desapercibidas. Uno intenta estudiar y hacer buenos controles a los jugadores para que estas cosas no pasen pero esa posibilidad existe y cuantos más estudios y más controles se hagan pues se intenta disminuir el porcentaje de posibilidades. Es una de las situaciones con las que uno intenta vivir, está dentro de la medicina y por mi parte tengo que hacerlo lo mejor posible.

¿Qué echa de menos de cuando estaba en activo?

Ahora mismo, nada. Cuando les veo jugar yo se que no estoy al nivel al que están ellos y a veces es verdad que aunque sea algo mayor uno sueña con fútbol (Risas) y con situaciones imposibles, sobre todo cuando el equipo está en un momento tan delicado como ahora y te gustaría poder ayudar, pero la mejor manera de ayudar en estos momentos sin echar de menos el fútbol es transmitir energía positiva, dar ánimos e intentar sacar la situación adelante.

¿La gente le reconoce y le pide autógrafos?

Pues no, autógrafos no. La verdad es que en Valladolid soy una persona normal (Entre risas). En cambio en Santander al no estar habitualmente si que llamo un poco la atención, no suelo ir mucho, pero incluso me llama la atención a mi ese recuerdo que tienen. En Valladolid ya soy una persona cotidiana que forma parte del paisaje.

¿Cuál es su mejor recuerdo como jugador?

La victoria en el Bernabeú que ganamos 1 – 3, me acuerdo mucho también de un gol que marqué en Tenerife que era el 1 – 2 y se lo dediqué a mi hija que acababa de nacer y luego un gol que marqué al Sevilla con el Real Valladolid de estos tipo Messi, pero a mi estilo (Risas), regateando a varios jugadores, de otra forma, pero regateándolos igualmente y recuerdo que incluso la afición del Sevilla aplaudió el gol y aquello fue muy bonito la verdad, mis propios compañeros también me aplaudían y fue muy especial.

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